El dilema de todas las siestas y todas las noches... OBVIAMENTE, siempre gana ella. Hace ya mucho tiempo que me enseñó a acomodarme en el lugarcito que quede libre. ¿Sacarla de la cama? ¿Correrla hacia un costado? ¡¡¡NUNCA JAMÁS!!! Dios no permita semejante atropello!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario